La pasión por el fútbol es algo que nos une a todos, pero lamentablemente, en algunos casos, esta pasión se convierte en violencia y agresión. En San Pablo, hemos sido testigos de situaciones inaceptables en los campos de fútbol, donde la violencia y el desrespeto han tomado el lugar del fair play y la deportividad.
Es hora de reflexionar y tomar medidas para erradicar esta violencia en nuestro fútbol local. Nuestros niños y jóvenes son los que más sufren las consecuencias de esta violencia, ya que se ven expuestos a un ambiente que no fomenta los valores del respeto, la disciplina y el trabajo en equipo.
Es importante recordar que el fútbol es un juego, y como tal, debe ser disfrutado con pasión, pero también con respeto y deportividad. Los padres, entrenadores, árbitros y dirigentes deportivos tenemos la responsabilidad de fomentar un ambiente seguro y respetuoso en nuestros campos de fútbol.
Unamos esfuerzos para crear un entorno donde nuestros niños puedan disfrutar del fútbol sin temor a la violencia o el desrespeto. ¡Vamos a trabajar juntos para que el fútbol en San Pablo sea un ejemplo de pasión, respeto y deportividad!
